- Coesida realizó anoche la XXXIX Vigilia en memoria de esta población y se iluminó una gran lazada roja.
- En el Paseo Alcalde se reunieron familiares y sociedad civil para participar en talleres y charlas.
Como un homenaje y para crear concientización cada tercer domingo de mayo en todo el mundo se realiza la Vigilia Internacional en memoria de las personas afectadas por el VIH/sida. Ayer Jalisco retomó esta tradición con una jornada que se llevó a cabo en el Paseo Alcalde, justo enfrente de la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres.
Como parte de la XXXIX Vigilia Internacional se realizaron varias actividades para involucrar a las personas que paseaban por el centro de Guadalajara, las cuales incluyeron charlas informativas sobre VIH/sida, exhibición de las mantas que elaboraron los familiares y amigos de las personas afectadas por este virus, y mensajes en solidaridad en torno a una lazada roja de 10 metros.
La gran lazada roja, que simboliza el respeto y solidaridad hacia todas las personas que de una u otra manera se han visto afectadas por esta infección y sobre todo por aquellos que han perdido la vida, se iluminó alrededor de las 20:30 horas con velas.
El secretario técnico del Consejo Estatal del Sida en Jalisco (Coesida), Luis Alberto Ruiz Mora, dirigió unas emotivas palabras en homenaje a las personas que viven con VIH y para reconocer el esfuerzo que todos los actores sociales hacen día a día con el fin de mejorar la calidad de vida de quienes viven con el virus.
Un diagnóstico tardío o el abandono del tratamiento propicia la fase de sida, la cual puede terminar en muerte. El tratamiento temprano evita este escenario, sin embargo, muchas veces es el miedo a la discriminación o el estigma lo que propicia el no acercamiento a los servicios de salud: la discriminación exacerba los riesgos y priva a las personas de sus derechos, lo que acaba potenciando la epidemia del VIH.
Posterior al mensaje se encendieron luces y velas en memoria de quienes han partido, de quienes fueron víctimas de los prejuicios, el estigma y la discriminación, de quienes adquirieron la infección por VIH cuando aún no existían tratamientos que les permitieran vivir, y de quienes fueron rechazados y optaron por abandonar su tratamiento.